Hola querido lector, se
llegó el ombligo de semana, miércoles de negocios y economía; el tema que te
traigo el día de hoy nos refiere a una mala y cómoda practica que tenemos en
nuestros centros de trabajo, “Las Horas Nalga”.
Pero ¿qué son?, no, no
es una hora de prepago con una hermosura, tampoco es una hora de ejercicio para
mejorar la redondez del trasero…
Las horas nalgas, son
todos esos momentos hermosos de nuestro día laboral, en los que hacemos “como
que trabajamos”, aunque en realidad estamos haciendo otra cosa, como atender
redes sociales, descansar, chismorrear, dormir, ver películas, posteando
selfies y demás artes bellas de perder el tiempo.
Pero ¿Qué implica esto
para las empresas?, bueno pues según algunos estudios sobre el tema, más del
40% de su productividad se diluye por estas prácticas y más del 40% de su
personal en este preciso momento está realizando esta práctica, tal vez eres tú,
si tú, mientras lees este blog, cuidándote de no ser pillado por tu jefe.
Tal vez piensas, “bueno
mi empresa está preparada para absorber esa perdida”, lo realmente complicado y
triste, es que lo único que hacemos es ampliar las jornadas laborales con horas
improductivas, horas que podríamos dedicar fuera del trabajo a nuestra familia
o a nosotros mismos.
Pero no todo es culpa
de nosotros, viene también de una falta de focalización, rumbo, estrategia y
desarrollo de habilidades de nuestros mismos jefes o de la empresa, así que no
te sientas mal, toma asiento nuevamente y sigue leyendo.
Aquí te tengo 5 tips
para mejorar la productividad y evitar esas preciosas y deliciosas horas nalga
(lo de preciosas y deliciosas, si, si tiene una connotación sexual):
1.-Planifica: es
importante tener una un día organizado, si es posible hazlo desde un día antes,
prioriza tus actividades, comenzando con las que requieren mayor atención o
mayor trabajo.
2.-Atiende solo un
tema a la vez: en la medida de lo posible trata de enfocarte en la actividad
que estas realizando, evitando distracciones, prioriza de tema en tema, muchas
veces creemos que somos y debemos ser multifuncionales, pero como decía mi
abuela “no se puede mamar y dar de topes al mismo tiempo” (por cierto, no lo
intentes, no se puede).
3.-Aprende a decir que
no: en ocasiones, estamos realizando una tarea y llega nuestra exuberante
compañera de trabajo, ataviada en su sexy minifalda, para pedirte que le apoyes
con otra actividad, que no tiene nada que ver con lo que estás haciendo, pero
tu cabecita caliente le dice que sí; ¡pues no lo hagas! enfócate en tus
funciones y actividades, dale la vuelta y ve a darte una ducha fría.
4.-Aprende a delegar:
nada puede ser peor en una oficina que un “Control Freak”, sé que te sientes el
único individuo en la tierra, apto para poder sacar adelante el reporte anual y
que si tu no lo haces la sociedad completa caerá en una era de destrucción y
anarquía… tranquilízate tomate un respiro y delega funciones, obvio con
supervisión, ya sabes lo que dice el dicho “tarea delegada, no supervisada, se
la lleva la chingada”.
5.-Descansa: dentro de
tu planeación trata de dejar pequeños espacios para tomarte un respiro, no todo
es trabajo, oxigena tu cabeza, date 5 minutos, donde no conteste teléfono,
redes sociales, reportes y deja de pensar en Maru de contabilidad; créeme ese
tiempito, te harán mejorar tu actitud e incluso la visión ante los problemas
laborales diarios.
Espero que te haya
gustado esta nueva entrega, te recuerdo que acepto comentarios, preguntas
evasivas y reclamos a mi twitter @Oye_DonGato .
Próximo tema de
ombligo de semana, “Tarjetas de crédito (solución a problemas de liquidez o mi
banco me está metiendo el dedo)”.
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