miércoles, 11 de mayo de 2016

Productividad vs Horas Nalga (o la rebelión de los calienta asientos)



Hola querido lector, se llegó el ombligo de semana, miércoles de negocios y economía; el tema que te traigo el día de hoy nos refiere a una mala y cómoda practica que tenemos en nuestros centros de trabajo, “Las Horas Nalga”.

Pero ¿qué son?, no, no es una hora de prepago con una hermosura, tampoco es una hora de ejercicio para mejorar la redondez del trasero…

Las horas nalgas, son todos esos momentos hermosos de nuestro día laboral, en los que hacemos “como que trabajamos”, aunque en realidad estamos haciendo otra cosa, como atender redes sociales, descansar, chismorrear, dormir, ver películas, posteando selfies y demás artes bellas de perder el tiempo.
Pero ¿Qué implica esto para las empresas?, bueno pues según algunos estudios sobre el tema, más del 40% de su productividad se diluye por estas prácticas y más del 40% de su personal en este preciso momento está realizando esta práctica, tal vez eres tú, si tú, mientras lees este blog, cuidándote de no ser pillado por tu jefe.
Tal vez piensas, “bueno mi empresa está preparada para absorber esa perdida”, lo realmente complicado y triste, es que lo único que hacemos es ampliar las jornadas laborales con horas improductivas, horas que podríamos dedicar fuera del trabajo a nuestra familia o a nosotros mismos.

Pero no todo es culpa de nosotros, viene también de una falta de focalización, rumbo, estrategia y desarrollo de habilidades de nuestros mismos jefes o de la empresa, así que no te sientas mal, toma asiento nuevamente y sigue leyendo.

Aquí te tengo 5 tips para mejorar la productividad y evitar esas preciosas y deliciosas horas nalga (lo de preciosas y deliciosas, si, si tiene una connotación sexual):
1.-Planifica: es importante tener una un día organizado, si es posible hazlo desde un día antes, prioriza tus actividades, comenzando con las que requieren mayor atención o mayor trabajo.
2.-Atiende solo un tema a la vez: en la medida de lo posible trata de enfocarte en la actividad que estas realizando, evitando distracciones, prioriza de tema en tema, muchas veces creemos que somos y debemos ser multifuncionales, pero como decía mi abuela “no se puede mamar y dar de topes al mismo tiempo” (por cierto, no lo intentes, no se puede).
3.-Aprende a decir que no: en ocasiones, estamos realizando una tarea y llega nuestra exuberante compañera de trabajo, ataviada en su sexy minifalda, para pedirte que le apoyes con otra actividad, que no tiene nada que ver con lo que estás haciendo, pero tu cabecita caliente le dice que sí; ¡pues no lo hagas! enfócate en tus funciones y actividades, dale la vuelta y ve a darte una ducha fría.
4.-Aprende a delegar: nada puede ser peor en una oficina que un “Control Freak”, sé que te sientes el único individuo en la tierra, apto para poder sacar adelante el reporte anual y que si tu no lo haces la sociedad completa caerá en una era de destrucción y anarquía… tranquilízate tomate un respiro y delega funciones, obvio con supervisión, ya sabes lo que dice el dicho “tarea delegada, no supervisada, se la lleva la chingada”.
5.-Descansa: dentro de tu planeación trata de dejar pequeños espacios para tomarte un respiro, no todo es trabajo, oxigena tu cabeza, date 5 minutos, donde no conteste teléfono, redes sociales, reportes y deja de pensar en Maru de contabilidad; créeme ese tiempito, te harán mejorar tu actitud e incluso la visión ante los problemas laborales diarios.
Espero que te haya gustado esta nueva entrega, te recuerdo que acepto comentarios, preguntas evasivas y reclamos a mi twitter @Oye_DonGato .
Próximo tema de ombligo de semana, “Tarjetas de crédito (solución a problemas de liquidez o mi banco me está metiendo el dedo)”.


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