sábado, 7 de mayo de 2016

BLANCO

   


        -El-
Vida y muerte
en las largas noches
que me debes.
Transparente está el lecho,

en blanco por tu ausencia.
El aliento de tus ojos
dio la vida a mi vida,
lo prohibido de tus labios
hacen rezar a mis manos,
El suspiro de tus pasos
deja huella en San Pedro,
ni Miguel o Leonardo
pueden con tu sello,
mi frente de soldado
te quiere de alimento,
dame vida con un beso.


           -Ella-
Yo no puedo compañero
dar ilusión a un herrero,
yo no puedo caballito
yo no puedo darte anzuelo.
            -El-
El anzuelo al pescado,
el tridente a Poseidón.
Al guerrero con el don
ser llamado tiburón.

           -Ella-
Oh, pequeño y gran martillo
me iluminas como dios.
La luna junto al sol
no tienen la razón.

            -El-
La luna y la osa mayor,
junto a las estrellas el uno redentor,
uno eterno en el espacio
uno eterno en el amor.


           -Ella-
Borra cantos, borra el tiempo
a la hoguera voy camino
mientras se posa un anillo
en mi dedo que no es mío.

            -El-
El silencio y lo blanco
borra todo alabastro,
borra agua, borra fuego
y no borra el anhelo.

           -Ella-
La blanca lira ya sonó,
murió en un estornudo
que muy adentro has dejado,
adentro vive nuestro don.

            -El-
Ha muerto el blanco cielo,
se ha ido el esplendor.
Ya no existe el deseo
de una vida en redención.
Solo tú, mi rica flor
regalas néctar de salvación,
te perdono, soy el clérigo
de traiciones por millón.

-Ella-
El blasfemo escribió:
Te perdono campesino,
te perdono por amor.

Por las noches que los cuerpos
han querido ir unidos,
por las noches que mis besos
han deseado tu sabor.
Tú recibes este verso
yo rebusco alguna opción.


           -El-
Yo te espero aquí sentado
frente al árbol de un tal Jab,
en samaria, en un pozo
en los versos de Mateo.

          -Ella-
Frente al pozo de Jacob
no te encuentro, no te veo,
fallido el juramento
de volvernos amoríos.

         -Mikael-
Oh, querida del amado.
Yace en el pozo de lo alto
tu príncipe esperando,
tiene todo tiene poco
esta sumiso a tus ojos,
no te encuentra dijo a gritos,
búscalo en tercer cielo
Él está sentado
a la diestra de Jesús.

          -Ella-
Mis manzanas han caído
y mis actos desligados
empujaron el diluvio,
mi bóveda en el suelo
arrastrando perdición
mis manos quiebran llanto.

Amante dame, oh tu mano
quiero verte en vivo aliento,
ven seamos los esposos
y esperando a los retoños
las palabras calcinemos,
las promesas cumpliremos.

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